Soñar con tu mamá fallecida

Cuando sueñas con tu mamá que ya ha fallecido, significa que hay recuerdos, sentimientos o experiencias con ella que siguen muy vivos dentro de ti. Estos sueños se manifiestan generalmente porque aún no has superado su pérdida, porque hechas de menos su protección y compañía o porque sientes que ha quedado algo pendiente por decirle o por hacer con ella. Sin embargo, en algunos casos puede responder también a que no hayas pasado página con una situación emocional complicada que has vivido porque sientas que has fracasado en algo.

Si sueñas que ves a tu mamá fallecida dentro de un ataúd significa que debes cerrar un ciclo que aún está abierto, que debes finalizar una etapa de tu vida, que debes dejar atrás algo que te hace daño o que ya no te pertenece. Probablemente depende de ti dar los primeros pasos para ello, pero no es fácil o te cuesta trabajo afrontarlo.

Si sueñas con tu mamá fallecida que está viva quiere decir que no has sido capaz de superar aún el dolor de su pérdida, que la echas de menos, que te sientes sola o solo sin ella, que necesita su cariño, sus consejos, su compañía o incluso puede que sientas que no le has dicho todo lo que debías, que te ha faltado demostrarle más afecto en vida o que ha quedado algo pendiente por hacer.

Si sueñas que tu mamá fallecida vuelve a morir significa que el dolor por su pérdida ha sido muy grande para ti, tanto que sigues reviviendo ese dolor en tu interior.

Si sueñas que ves a tu mamá fallecida llorando, triste, quiere decir que existe algún asunto emocional, familiar o de otra índole que no se pudo resolver antes de su fallecimiento y que ahora te causa culpabilidad, incomodidad o remordimientos.

Si en el sueño consuelas a tu madre, la abrazas o tratas de calmarla significa que hiciste todo lo que estaba en tu mano, que no debes sentir ningún remordimiento o sentimiento de culpabilidad.

Soñar con tu mamá fallecida riendo es un augurio muy positivo ya que anuncia rachas de buena suerte, resolución de conflictos o llegada de buenas noticias.

Soñar con tu mamá fallecida, enfadada o que discute contigo significa que te está advirtiendo contra algún peligro, enemigo o circunstancia. Probablemente estés a punto de tomar decisiones que te comprometan de algún modo y ante las que debes ser muy prudente.

Soñar que tu mamá fallecida te habla o escuchas su voz es algo muy revelador, sus palabras pueden contener un poderoso significado, ya sea de advertencia, de consejo o puede ser el augurio sobre acontecimientos que van a suceder en tu vida.

Soñar que tu mamá fallecida te abraza quiere decir que estás falta o falto de afecto, que te sientes de un modo u otro sola o solo, que has experimentado alguna pérdida emocional o que no te sientes correspondida afectivamente con alguna o algunas personas de tu entorno.

Soñar que tu mamá fallecida te besa es una bendición, es el reflejo de su protección desde el más allá, desde el cielo, quiere decir que ante los peligros, problemas o ante los obstáculos que sientas en tu camino cuentas con la luz y la protección de tu madre.

Si sueñas que tu mamá fallecida te entrega algo debes prestar atención a lo que te entrega ya que el significado estará relacionado directa o indirectamente con ese objeto. Sin embargo, en términos generales, significa que en momentos de dificultad contarás con la ayuda necesaria para resolver esa situación.

Si sueñas con tu mamá fallecida y la ves enferma o con mal aspecto significa que te encuentras en una situación difícil, que te sientes agotada o agotado frente a los problemas, que no sabes qué hacer, en definitiva que te encuentras perdida o perdido.

Si sueñas que ves a tu mamá fallecida más envejecida que cuando falleció significa que tienes la sensación de que la vida se te escapa de las manos, que tienes miedo a la muerte, a envejecer, a que pase el tiempo y no lo hayas aprovechado completamente.

Si sueñas que ves a tu mamá fallecida más joven que cuando murió significa que sientes acertada o equivocadamente que hay cosas que no le has dicho en vida, que no has pasado el suficiente tiempo disfrutando de ella, que no hiciste todo lo que estaba en tu mano por ella.

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